Para abordar la crítica de Durante la tormenta, quien escribe evitará meterse con los pormenores espacio-temporales, o las paradojas que se puedan producir por los viajes en el tiempo. Sí, viajes en el tiempo: ni flashbacks, ni prolepsis. Que nos conste, nadie ha probado que se pueda viajar entre universos paralelos, volver para comprobar quién mató a Kennedy, ni nada semejante. Con lo cual, interpelar a Durante la tormenta sobre algunas de estas cuestiones que quizás generen ruido durante la trama, no tendría fin, ni sentido.

Concretamente, en la película ningún personaje viaja en el tiempo, pero sí hay un feedback, una conversación entre protagonistas que existen a más o menos unos veinte años de distancia. Y es posible por una extraña e inusual tormenta (extraña e inusual porque el relato lo dice, pero para los sentidos del espectador se siente como cualquier otra), y canalizada a través de una antena, un televisor y una cámara.

Para retratar el tiempo pasado, situado en 1989, el director hace un homenaje a Volver al Futuro; o, quizás, se le escapa la tortuga. Es que el protagonista de dicho tiempo anda en patineta, toca la guitarra, usa chaleco inflable naranja, y tiene la costumbre de posar su videocámara arriba del televisor. Hasta tenemos un dato de poca relevancia para la trama, que no puede pasar desapercibido para quien vio la trilogía protagonizada por Michael Fox: en Durante la tormenta un enorme reloj situado en el frente de una escuela es dañado por un rayo.

Pero no estamos en una película de aventuras, ni, como se dijo antes, en una de viajes en el tiempo. Durante la tormenta gira en torno a un crimen, aunque tampoco es la cuestión a resolver, ni la película pretende que lo sea. Pese a que la protagonista deberá sortear los intrincados vericuetos de ese crimen, el verdadero misterio, lo que no sabemos y hacía dónde nos lleva su director Oriol Paulo, se cocina por otro lado.

La protagonista, que por su intervención en el tiempo generó una paradoja temporal en su propia casa -veintipico de años antes-, cambió su propio destino, su vida. Ahora, pasada la tormenta, despierta a un presente que no entiende. Y en esa vida, que ya no existe por su intervención paradojal, entre otras cosas perdió a su hija y a su esposo. Por eso tiene que resolver el crimen que, salvo dos detalles de menor importancia, para el espectador ya está resuelto de entrada (de hecho se muestra al principio de la película). Por ende, no solo es una trama que arranca tarde, y que al espectador poco le importa, sino que encima sabemos que Vera (la protagonista que interpreta con gran pericia Adriana Ugarte) sorteará con éxito cada escollo, incluido el flaco guion.

Hay uno de los actores que está en el afiche y recién aparece a mitad de la historia: el Chino Darín. Y si está en el afiche, está en la cabeza del espectador. Por eso, cuando por fin aparece, cuando entra por primera vez en escena, se encienden algunas alertas. Más allá de que no da el physique du rol para el papel que le otorgan―su juventud, entre otras cosas―, y que su actuación es bastante acartonada, su rol deschava algunas intenciones del guion, por no decir que se le caen todos los naipes.

La película empieza a sentirse larga, y quien alcanzó a pispear los naipes del Chino Darín, suplica que pronto se defina. La protagonista va cerrando cabos para recoger toda la información que el espectador ya tiene. Durante todo lo que tarda, durante todo ese tiempo, el espectador va barajando los posibles finales, hasta que consigue resolverlo. Y ahí termina de irse todo al carajo. La tormenta pierde fuerza, el viaje en el tiempo es una nimiedad, y todo se reduce a otra historia del corazón. A cada acción que le toca, el personaje del Chino Darín queda más al desnudo.

En definitiva, a Durante la tormenta le sobra tiempo. La conexión entre dos existencias distantes y la enigmática tormenta son armas de seducción que no terminan de apoderarse de la trama. En su lugar, se delinea un thriller sencillo, casi resuelto antes de empezar, cuya poca pericia para ocultar la resolución destruye un escenario que a priori parecía atractivo.

Calificación: 3.5/10

Durante la tormenta (España, 2018). Dirección: Oriol Paulo. Guion:  Oriol Paulo, Lara Sendim. Fotografía: Xavi Giménez. Montaje: Jaume Martí. Elenco: Adriana Ugarte, Chino Darín, Javier Gutiérrez, Nora Navas, Belén Rueda. Duración: 128 minutos. Disponible en Netflix.

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