El pasado viernes 28 de febrero llegó la gacetilla en la que se nos invitaba a la función privada de Need for Speed, de próximo estreno, cuyo avance doblado al castellano, a pesar de que no es una película dirigida de forma explícita al público infantil, ya puede verse en los cines. Aunque terminamos enterándonos de que es una práctica relativamente habitual desde hace un puñado de años, en el momento nos sorprendió que el mail viniera encabezado con la siguiente leyenda:
«Importante: la fecha de embargo de críticas de NEED FOR SPEED: LA PELÍCULA es hasta el 10 de marzo de 2014»
A partir de eso se dio el siguiente intercambio entre algunos de los que hacemos Hacerse la crítica:
Marcos Vieytes: A Paola Menéndez también le ha llegado el pedido de que no publicara nada sobre 300: El nacimiento de un imperio hasta determinado día. Por favor, ayúdenme a pensar esta cuestión porque vamos a tener que hablar de ella en algún texto.
Ignacio Izaguirre: ¿Embargo de críticas? ¿Eso es que no se publique nada hasta esa fecha?
Marcos Rodríguez: No sé qué tanto pueda ayudar, pero aporto… Los casos en los que en las privadas llaman a «embargo de críticas» es cuando el estreno en Argentina se hace en simultáneo con Estados Unidos. Ahora, por qué el estreno simultáneo lleva a embargo, no lo sé.
Gabriela López Zubiría: Imagino que es una cuestión de marketing puro que se traduce en dinero, claro. Las privadas son 10 y 11, el estreno es el 13, y si hay tantas precauciones imagino que más temprano que tarde se podrá bajar (sin pagar un mango de entrada ni generar royalties de ningún tipo). ¿Estoy muy errada?
MV: ¿Es para evitar que la graben en el cine -hay privadas en las que te obligan a dejar el celular- o para evitar que salgan críticas negativas o que cuenten el argumento?
Nuria Silva: Yo pensé en eso, que la película debe ser malísima y quieren evitar críticas negativas.
MR: Esas películas probablemente sean malas, pero lo hacen con las buenas también. La prohibición no es piratear la película, sino hablar sobre ella… A lo mejor quieren preservar el secreto del argumento, como maniobra de marketing. Puede ser.
MV: Si es el argumento, la cuestión pasaría por la primacía del guión, cosa que resulta llamativo tratándose, como se trata en la mayoría de los casos, de tanques que parecen haberlo sepultado bajo el dispositivo sensorial de edición entrecortada y diseño digital, pero esto indicaría que debajo sigue habiendo historias ¿no? Acaso deficientemente narradas, pero las estructuras subsistirían. ¿Alguien que la manye lunga de guiones y pueda aportar algo a esto?
Emiliano Oviedo: Me interesa la oposición argumento/efecto, pese a que apoyo toda la propuesta narrativa en una historia. Creo que la respuesta a ese dilema (si bien se puede aportar desde el guión) no es de guión, sino estética y se puede resolver desde la distinción entre historia y relato que hace Gaudreault/Jost. Del guión conservan muy poco este tipo de cine mainstream, solamente la estructura en tres actos y la estructura lógica, después te cagás de risa, y uno piensa si directamente no les importa y lo hacen adrede, o qué les pasa.
Pablo Ventura: Tanto misterio, tanto secreto que me rompe un poco las bolas. No sé si para alguno esto que digo es una herejía, pero si la película está basada en la franquicia de un videojuego hay muy pocas posibilidades de que no sea un bodrio infame. Además, y contradiciendo la “sipopsis oficial”, yo no tengo “amor por los automóviles”. Nací peatón y así moriré: no sé manejar, ni andar en bicicleta y menos en esa idiotez de la patineta.
Paola Menéndez: A mí me dijo un amigo experto en video juegos que esa práctica es muy habitual cuando se presenta un nuevo juego a nivel mundial. Esto tiene dos cuestiones, primero controlar lo que se dice (estrategia de marketing) a partir de manejarse con la página oficial y el trailer escamoteando info y, por otro lado, me comenta mi amigo que sí, estos recaudos se toman cuando el juego es malo. Honestamente, hoy vi 300: El nacimiento de un imperio y ni… más cerca de la derrota que de la gloria los atenienses, pero tampoco fue un bodriazo.
GLZ: ¿300? ¿La vieja 300 de espartanos tetones con photoshop y chorreras de sangre que jamás llega al piso? Otra cosa, el mundo de los videojuegos me es más que muy ajeno, pero ¿el lanzamiento es del juego y la película, o el juego ya existe? Y por último, esa honestidad brutal de reconocer que la peli y/o el juego son malos y de ahí las restricciones a publicar comentarios antes del estreno es como mucho. ¿Se imaginan un universo cinematográfico que maneje esos códigos espartanos de autocrítica? Creo que las restricciones serían moneda corriente.
PM: Sí, es una película hecha sobre el video juego (primero está el video e inventaron una historia para la película). Esta es una especie de precuela o historia paralela de 300, la batalla de Maratón (de las guerras médicas). ¡Acá la sangre te salpica y hay stop/slow motion hasta para pelar una naranja!
MV: ¿Qué implicancias legales tiene una leyenda como la que encabeza este mail?
Fernando Juan Lima: La verdad, legalmente, no creo que te puedan hacer nada. No creo que tengan el tiempo, las ganas y la energía como para intentar algo (salvo que fuera para “dar el ejemplo”). Y si lo hacen, difícilmente lo ganarían (estimo que, en nuestro país, la justicia daría preeminencia al derecho de información, libertad de prensa, trabajar, que a los intereses económicos de una major). Pero, la verdad, salvo que desees ponerlos a prueba, calculo que lo hacen porque en el fondo a uno no le cambia demasiado escribir antes o después y no quiere tener problemas de que después no te inviten a las otras privadas (cosa que sí pueden hacer) y terminar teniéndola que ver el día del estreno (con lo que el resultado es el mismo). De hecho, alguna vez han hecho eso, no dar privada. En concreto, no conozco ningún caso de intento de hacer efectiva este tipo de cláusulas en nuestro país.
MV: No lo preguntaba porque tuviera ganas de meterme en problemas, sino para entender por qué lo hacen. ¿Cuál es la razón? ¿Evitar que se cuele información?
FJL: Calculo que para multiplicar el efecto evento. Crear las ganas de verla lo antes posible, que es a lo que vienen apuntando. Después, si la critica o el boca en boca no apoya, ya es tarde.
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